Desencantado
del amor
Desencantado
de la fe
Del gozo
natural
De la vida
en sí misma
La
melancolía me abraza
En aquel
recuerdo de una promesa despojada
En aquella
sonrisa truncada
Por las
tristezas de esta vida cotidiana
Todo tan
banal
Todo tan
terrenal
Algo de
cielo en esta prisión
Algo de luz
en esta oscuridad
Camino
ciego en el valle de los tesoros
Buscando
promesas que no corresponden
En ese
remordimiento por alcanzar lo prohibido
En esa
negación de lo posible
Y así te
marchaste
Odiando el
amor que me tenías
Negando tu
corazón a la sinceridad
Mintiendo a
tu ser lo más profundo de tus deseos
Y yo triste
caminante
Cruzando
las decepciones
Con brazos
abiertos
En la
desdicha del sin sabor cotidiano
Me espera
la muerte
En tu
despedida eterna

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