Había un hombre en China al que gustaban mucho las imágenes representando a dragones. Todos sus muebles y vestidos estaban decorados con este emblema.
El dios de los dragones advirtió este amor profundo y un día, un auténtico dragón se presentó en su ventana. Se dice que el hombre murió de susto...
Era seguramente un charlatán que se hubiera revelado como tal en el momento de la acción.
(Extraído de: Hagakure: el código secreto del Samurái) Tsunetomo Yamamoto
El dios de los dragones advirtió este amor profundo y un día, un auténtico dragón se presentó en su ventana. Se dice que el hombre murió de susto...
Era seguramente un charlatán que se hubiera revelado como tal en el momento de la acción.
(Extraído de: Hagakure: el código secreto del Samurái) Tsunetomo Yamamoto

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