viernes, 10 de febrero de 2017

Nacimiento

En un lugar alejado, terrible, de pesadillas y aflicciones.  Aquel lugar que Dante describió. Descendiendo hasta el último anillo, lugar lleno de llanto y horror.  De las entrañas de la primera rebeldía, ahí nació el renegado de los rebeldes, la síntesis de la contradicción entre el bien y el mal.  Condenado de nacimiento y condenado durante el crecimiento.  Hijo de Lilith y Astaroth.  ¿Quién es este personaje?

Así se preguntaba el pequeño hijo de los demonios en aquel triste lugar, la historia jamás contada de alguien que no quería ser, pero que tampoco podía ser otro.

Un día como cualquier otro, en uno de los círculos del infierno, se llevaba a cabo una orgía entre 25 demonios.  “bastardos demonios” decía un joven sufriendo, deseando vivir, en plena muerte.
Algunos meses más tarde, Lilith estaba dando a luz, con un cuerpo corrupto y tendencias al libertinaje, nacía Asmodeo.

-Lilith: Bienvenido a tu hogar Asmodeo, dijo Lilith mostrando sus feroces dientes, y con intenciones de devorarlo

-Baal: Espera un poco, replico Baal

-Aamón Ese demonio es un bueno para nada yo he visto claramente como en el futuro como Asmodeo no representa ninguna voluntad contra Dios, y tampoco voluntad contra nosotros, comento Aamón

-Satanás: No lo devores Lilith, estoy un poco conmocionado por lo que dices Aamón, y quisiera ver con mis propios ojos lo que ocurrirá con este “demoniecito”, creo que tengo una sensación parecida a la que tienen los humanos.  ¿Cómo se le conoce a esa sensación?, Comento Satanás quien emergía de lo profundo del infierno amarrado desde su columna a todos los círculos infernales, su voz se escuchó en todo el lugar

-Belcebú: Esa sensación se llama curiosidad, replico Belcebú

-Aamón: ¿No comprendo cómo te consideran el más poderoso, si no puedes siquiera ver el futuro? Comento Aamón


-Satanás: Es por eso precisamente Aamón, porque a pesar de no ver el futuro, tengo la posibilidad de cambiarlo y la libertad principal de influir en las decisiones humanas, el poder no es solo cuestión de capacidades, el poder más bien es cuestión de libertades y de entendimiento, para ejercer sobre la ignorancia, algo que por otra parte Belcebú comprendió a la perfección, es por esa razón que este deseo que se conoce como curiosidad, me hace sentir más poderoso, ¿No lo crees así Aamón?, y lo golpea violentamente desgarrando su rostro.

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