Siempre es momento de escribir
Nunca un momento en particular
Pero la vida te da siempre razones para regresar a las letras
Mis letras esconden historias
Llenas de emoción cotidiana
Y la vorágine de mis días
Matizada en el espacio virtual
Del cual algunas virtudes podemos contar
Y las letras comienzan con una promesa
La promesa que quedo inconclusa un año atrás
El movimiento de un sujeto invencible
Que en un tiro apuntaba a tres objetivos
Tres lugares
Tres espacios
Me apropie del legendario
Y de sus colores actuales
Era el azul
Ese azul que se acoplaba a los lugares donde su espíritu
Aquel espíritu del personaje ficticio
Redimía mi camino
Aquel espíritu ficticio me daba aliento
Cuando me apropie de su ejemplo
Rompí con las ataduras de la pesadumbre
Eso fue entretenido
Fue entretenido también ver de nuevo aquella mujer
Mujer de vestido negro
Ficticia pero también era un ejemplo
La magia que producían las luces que salían detrás de su rostro
Todo era fantasia
Por último
Conociendo lo enredado de mis problemas
Ignorando uno y ahogándome en el resto
Comprendí que no tenía salida
El golpe debía correr en tres sentidos
Las opciones limitadas y el futuro negado
Multiplicando
Por un lado hacer
Por el otro preparar
Y por el otro enloquecer
Ooh si
Ahora sonrío
Porque deseo continuar enloquecido
Porque la sonrisa la debo conservar
Y sonreír precisamente
Porque es difícil
Porque me apropie del sujeto invencible
Y porque soñé con la magia de las luces que aparecen detrás de tu rostro
Y para darle sentido a estas letras...
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