La sobrecarga de las frustraciones ha mermado mis fuerzas
la sobre valorada importancia de las nimiedades de sus encantos
me han agotado en esta partícula de vida
el retumbo de los tambores ante la escena de muerte
y la batalla ardiente
en la carnicería más cruda de la negra realidad
Enemigos por aquí y por allá
vengan a conocer la derrota
prueben el filo de mi espada
que los partirá tres veces
prueben el fuego de mi alma
que incinerará sus huesos
que hará polvo cada una de sus estupideces
Enemigos con diferentes ojos
enemigos con diferentes rostros
vengan a probar la fuerza de mis puños
vengan a sangrar de la sed de mi revancha
Sientan el furor de mis golpes
la fuerza de mi magia
y la destreza de mi cuerpo
sientan en cada parte de su cuerpo la virtud de mi victoria
Escuchen el grito de mi gloria
y el alarido de su humillación
vengan acá enemigos estúpidos
me desharé de sus cuerpos
desvaneceré sus convicciones y sus anhelos en un instante
comprenderán con el miedo
la brecha que nos separa en milenios
¡Prueben en carne propia mi victoria y su derrota!
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