martes, 8 de diciembre de 2015

Ingenua fe

Victima de mil fracasos
Sujeto de cien decepciones
Maldito cincuenta veces por la frustración
Títere de la desesperación
Agonía en la miseria y soledad
¿Que queda después de morir?

Lo orgánico de mi alma
Reciclado de las cenizas
De la caída fugaz
De la melancólica pesadilla

De la tiranía de las circunstancias
Del insulto público
Del desprecio inmerecido
De la tristeza prolongada
De la injusta sentencia

La certidumbre de lo peor
Como la muerte que espera
Como las bestias que devoran
Basada en ausencias
En ilusiones tan vacías
Como el peso ausente en las nubes

De todo lo absurdo
Nacen razones poderosas
Las ideas incipientes 
Darán sustento a los pasos
Y la ingenua fe
Bañada en plata y oro
Ingenua pero confiada
 Presente y segura

Sin dejar de pensar en lo peor
Para lo cual
 Tengo ya preparación
Listo para lo peor
Lo único que queda
Es esperar lo mejor

La magia perdida
La voluntad hallada
Aún queda pues ver la maravilla
Innegable y certera
Como la muerte
Como el amanecer después de la noche
Como el calor del sol

Ahora la certidumbre de lo bueno
y la incertidumbre de lo desconocido
Dan forma a esos sueños
Porque quitar la ingenuidad no es quitar los sueños
Más bien es mostrar el camino





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